Por lo general, en la mayoría de los casos, los sintomas van apareciendo de forma gradual, al principio casi imperceptibles o achacables a despistes que no se tienen en cuenta por parte de la familia o personas cercanas al afectado.
Y si, decimos familiares o personas cercanas porque son las primeras que detectan que hay un problema de audición, ya que el propio afectado suele tardar mucho más tiempo en notarlo y cuando lo hace, la pérdida suele ser moderada y haber avanzado poco a poco durante, en ocasiones, unos cuantos años ya que el oído se acostumbra a escuchar menos y piensa que lo que escuchan es lo normal (a pesar de poner la televisión a todo volumen, al avanzar poco a poco no se dan cuenta)
El hecho de ese avance lento ocasiona que a la persona afectada le cueste admitir los síntomas y los achacan a despistes, el ruido, no prestar atención,...
Los síntomas habituales suelen ser:
- Subir el volumen de la tv/radio
- No entender cuando hay un grupo de personas hablando
- No entender cuando hablo con una o dos personas y con ruido de fondo
- No entender - o no darme cuenta- cuando me hablan de espaldas
- Parece que las personas hablan entre dientes
- Pedir que repitan lo que han dicho (o decir ¿Qué? )
- No oír sonidos suaves: pájaros, tic-tac de los relojes, el motor de la nevera, el viento...
- Prestar mucha atención a los labios de la persona que te habla
- Que un familiar o persona cercana te diga que no oyes.
Para salir de dudas lo mejor es acudir a realizar una prueba de audición (audiometría) a un centro especializado (en Escoita es gratis) pero lo ideal sería realizar esta prueba a partir de los 50 años de forma regular, aunque se escuche bien (o se crea que se escucha bien) para así poder detectar si hay un problema a tiempo.
La mejor medicina es la preventiva, ven a realizarte la prueba de forma gratuita!!!
Pide tu cita y empieza a cuidar tus oídos ;)